12 No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han subido contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.El Salmo 125 es como un sobo que imparte confianza en el cuidado y la fidelidad de nuestro Dios. En él encontramos una promesa preciosa del Señor que llena.Muestra tus obras a tus siervos, tu edén a sus hijos. Que el f